Una ruptura de pareja es algo muy doloroso, a veces puede parecer casi insoportable. Los sentimientos, varían en función de la situación de la separación: podemos sentirnos culpables, si somos nosotros quién ha terminado la relación; abandonados, si nosotros no hemos participado en la decisión final; aliviados, porque en los últimos tiempos la relación no iba bien; asustados, porque no sabemos cómo vamos a poder seguir adelante. Puede que, dependiendo del momento, sintamos éstas emociones todas juntas, o que incluso no sepamos ni identificar qué sentimos.

Una ruptura nunca es fácil, pero si se trata de una pareja que llevaba tiempo como como tal, la situación se complica porque además de terminar la relación de pareja, se rompe con familiares políticos, con amigos de la otra persona, con las bromas y los rituales que realizábamos en la intimidad. Dependiendo de cómo se gestione este primer momento de la ruptura, se elaborará un duelo más o menos saludable.

¿Cómo afrontar una ruptura?

El primer lugar, te recomendamos que no tengas contacto con tu expareja. Es cierto que algunas parejas tras una ruptura pueden seguir siendo amigos; sin embargo, en este primer momento debes continuar con tu vida y construir de nuevo para llenar el vacío que ha dejado la pareja. Si no sientes ese vacío, por mucho que duela, no vas a poder superarlo. Además, es muy probable que no te encuentres en tu mejor momento, y para no reconocer tu sufrimiento ante tu ex fabriques una fachada; y corres el riesgo de engañarte a ti mismo con esa fachada. Con contacto también nos referimos a comprobar sus redes sociales de forma compulsiva. Antes de entrar en su Facebook, pregúntate: ¿qué espero encontrar? ¿cuando lo encuentre qué voy a hacer? ¿cómo me voy a sentir después?

Rodéate de las personas que te quieren. Tu familia, tus amigos, tus compañeros de trabajo… son en este momento tu mejor apoyo. Expresa con ellos tus sentimientos, los verdaderos, no aquellos que has construido para aparentar ser fuerte. Aunque dé miedo, expresando y compartiendo los sentimientos, es la forma en la que se aligera la carga emocional que llevamos tras la separación. Cuando comenzamos a hablar y a compartir con amigos aquello que nos hace daño, podemos caer fácilmente en los pensamientos que nos hacen daño. Compartir nuestras emociones, no es lo mismo que regodearnos en nuestro sufrimiento. Mantén a raya los pensamientos negativos.

Pide ayuda siempre que lo necesites. Tus familiares y amigos están ahí para apoyarte, pero a veces no es suficiente. Si sientes que la situación te supera, siempre puedes pedir la ayuda de un psicólogo. Afrontar una ruptura no es fácil, así que no sientas vergüenza si necesitas ayuda profesional.

Continúa con tu vida…

Reorganiza tu vida y descubre nuevas facetas de tu persona. Tras la ruptura, es normal sentir un vacío tanto emocional como de tiempo. Antes dedicabas parte de tu tiempo a tu pareja, y ese tiempo ahora se queda libre. Tus amigos y tu familia, tienen su trabajo y te cuesta encontrar compañía en los momentos que antes estabas en pareja. Quizá sea el momento que descubras nuevas aficiones; quizá siempre quisiste salir al campo a pasear o aprender un idioma, pero no tenías tiempo. Ahora puede ser un buen momento para que pruebes si alguna de las cosas que quisiste hacer realmente va contigo, con la nueva persona que estás construyendo tras la ruptura. En este descubrimiento de aficiones, es probable que de forma natural, coincidas que personas que no conozcas y con las que tal vez puedas comenzar una amistad.