Es probable que nos suenen frases como “los profes de hoy en día se han ablandado”, o “esto en mi época no pasaba”. Es cierto que la educación ha sufrido una serie de cambios, al igual que nuestra sociedad. En este post queremos analizar en qué han consistido estos cambios y qué mejoras podemos apreciar hoy en día.

 

La nueva educación

 

A menudo, existe la creencia de que la educación tradicional era mucho más eficaz, era lo correcto y lo que funcionaba. Pero ¿es así o desconocíamos otras alternativas?

Un ejemplo lo tenemos en la forma de motivar al alumnado. Lo más habitual, es que se basara en el autoritarismo y la aplicación de castigos que muchas veces resultaban desproporcionados. Hoy en día, la figura del profesor se presenta como un guía o facilitador del aprendizaje, siendo así mucho más cercano con sus alumnos. Con esto se intenta promover la relación entre ambas partes, desechando esa antigua idea de temor hacia el profesor.

Además, la realización de las clases toma una forma mucho más dinámica, invitando a los alumnos a la reflexión y al trabajo en grupo. De esta forma, se consigue que estén mucho más presentes y que desarrollen sus habilidades e intereses. También se fomenta que los alumnos sean creadores de conocimiento, y no sólo se dediquen a recibirlo.

Sin embargo, frente a este tipo de avances hay veces que se tacha de “demasiado amigable” al profesorado, o de estar creando un alumnado “muy blandito”. Pero ¿por qué la cooperación, el respeto y las buenas formas se ven como signo de vulnerabilidad? Recordemos que la metodología de enseñanza tradicional ha estado presente durante muchísimo tiempo, y que, seguramente hayamos normalizado aspectos que no deberíamos. Que las cosas se hayan hecho de una determinada forma siempre no significa que fuera mejor.

 

El papel de las familias en la educación

 

Dos de los pilares más importantes de la educación de los menores son la escuela y la familia. La familia es el primer contexto donde entramos en contacto con el mundo, y a través del cual vamos adquiriendo los distintos hábitos y normas.

Es por esto, que una buena relación y coordinación entre familia y escuela puede resultar muy beneficioso para el desarrollo de nuestros hijos. Algo que podemos hacer para conseguir esto es: participar en las actividades del centro, conocer quiénes son sus profesores, colaborar con ellos etc.

A su vez, una parte muy importante en la que podemos tomar acción es fomentar el respeto por la escuela y todos sus integrantes. Animemos a nuestros hijos a cuidar este contexto, y recordemos que lo formamos entre todos.

Si sientes que estás experimentando dificultades en la educación de tus hijos y te gustaría recibir ayuda sobre ello, recuerda que puedes pedir cita para una entrevista gratuita en info@lapuertaazul.net o en el 634 505 585.

 

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