Las emociones que no sé sentir

Cuenta un relato popular sobre las emociones que un día coincidieron la tristeza y la rabia en un estanque. Ambas se desnudaron para bañarse, con tan mala suerte que al vestirse se confundieron de atuendo. Al irse, la rabia se fue con la ropa de la tristeza y viceversa. Este cuento tan mono, que por cierto juraríamos que lo leímos en un libro de Jorge Bucay, ilustra de lo que venimos a hablar hoy. De cómo a veces confundimos emociones.(…)