Muy frecuentemente personas acuden a nosotras porque se ven envueltas a menudo en relaciones tóxicas. Muchas lo achacan a la mala suerte, otras piensan que lo atraen e incluso hay quien piensa que “los tóxicos son ellos”.

¿Qué son las relaciones tóxicas?

Las relaciones tóxicas producen, en quienes están inmersos en ella, varios síntomas que nos ayudan a distinguirlas. El primero es la falta de felicidad. La felicidad es un concepto subjetivo, y no es un estado en que se pueda estar siempre. Sin embargo, las relaciones tóxicas se caracterizan porque hay una ausencia de felicidad general, generalmente, porque existe mucho miedo e incertidumbre. La sensación de que la relación se puede terminar por cualquier cosa en cualquier momento, es permanente. Generalmente, también observamos una ausencia de poder entre ambos miembros de la relación. Esto quiere decir que una persona, suele ser quien decide qué se hace, cuándo, qué decisiones importantes se toman y tiene derecho a “veto” si algo no le agrada.

Por último, la comunicación suele ser ambigua. Los conflictos y las opiniones encontradas no se suelen hablar directa y honestamente. Sino que se abordan mediante el sarcasmo y la ironía, sin dejar espacio para expresar lo que están sintiendo y sin poder buscar soluciones. El diálogo se suele centrar en una escalada de “tú más”.

¿Qué puedo hacer?

Puede ocurrir que en las relaciones tóxicas haya una retro alimentación de la toxicidad. Esto quiere decir que dos personas que se relacionan de forma muy sana fuera de la relación, al juntarse se produzca una dinámica que les haga sufrir. Si crees que es tu caso, el primer paso es salir de ese bucle de retroalimentación. Muchas veces, con los pacientes en las sesiones trabajamos para reconocer lo que depende de nosotros y lo que no depende de nosotros. El primer grupo de conductas, emociones y pensamientos es el que tienes que identificar, porque es el único sobre el que puedes actuar.

También, si conectas con tus necesidades y deseos dentro de la relación y se los transmites de una forma asertiva a tu pareja es más probable que se produzcan cambios. ¿Qué necesitas? ¿Cómo te sientes? ¿Qué cosas tendrían que cambiar para que fueras más feliz en la relación? Son preguntas que te pueden guiar en tus reflexiones.

Por último, es importante que ajustes las expectativas. ¿Cuál es tu relación de pareja ideal? ¿Cuál es tu relación de pareja posible? Entre ambos conceptos, seguro que existe una diferencia. ¿Algunas de las necesidades con las que has conectado está en esa zona de cosas que deseas pero que no pueden ocurrir? ¿Cómo te importante es eso para ti? ¿Cómo te sientes si renuncias a ello?

Las relaciones de pareja pueden ser muy complicadas, si tras leer este artículo, crees que puedes estar inmerso en una relación tóxica o que siempre te ves envuelto en una, recuerda que puedes pedir cita para una entrevista gratuita en info@lapuertaazul.net o en el 634 505 585.